Cuándo empieza la educación
- Pediatra Jesús Garrido García -
- 1 dic 2015
- 3 Min. de lectura

Educación y crianza con apego. Yo soy un pediatra muy afín a la crianza con apego. La principal crítica que se hace a ella es que es criarlos sin límites.
Educar es dar a nuestros hijos pautas, habilidades y conocimientos que les ayuden a vivir en el mundo que nos rodea. Hay tantas formas de educar como personas a las que se pregunte sobre ellas. Todos nos hemos educado de forma diferente. Incluso cuando, como yo, se es miembro de una familia de 7 hermanos. Yo no fui educado igual que mi hermano el pequeño o que el mayor. Las circunstancias que yo he vivido son únicas y diferentes y la respuesta que mis padres dieron a mi conducta no fueron idénticas a las que dieron a mis hermanos. Ni siquiera en situaciones similares actuaron siempre igual conmigo. Pese a todas esas diferencias, creo que lo hicieron bastante bien. O sea que empecemos por des-dramatizar.
Teorías contrapuestas
Empiezo diciendo todo esto porque creo que la educación es algo mucho menos definido de lo que muchos se empeñan en buscar. Como personas, los padres somos variables en nuestras respuestas ante la conducta del niño aunque pretendamos hacer siempre las cosas de un modo definido.
Aún así, se tiene tendencia a definir patrones educativos. Y se pretende que uno es el correcto frente a los demás.
Hay muchas teorías educativas. En la actualidad son dos las más extendidas y que centran los debates:
La Crianza Natural o con Apego.
El Conductismo.
Como no puede ser de otro modo, los primero acusan a los segundos de antinaturales e inhumanos.
Los segundos dicen que la Crianza Natural genera niños maleducados y tiranos.
Seguro que si sois lectores asiduos sobre estos temas tenéis vuestra propia opinión al respecto.
Cuál es mi opinión sobre la educación
Empezaré posicionándome. Yo soy pro Crianza Respetuosa.
Lo que significa que respeto las opciones de crianza de cada familia, porque asumo que ahí sólo puedo estar como consejero invitado. Si alguien no me invita, no pinto nada.
Ojalá tuviese todas las respuestas, porque eso garantizaría que voy a ser el mejor padre del mundo para mi hijo. Pero nadie las tiene.
Estoy muy cercano a la Educación con apego, y creo que las críticas que se hacen a ella desde el conductismo es porque no se entiende lo que es realmente la primera.
Que yo críe a mi hijo dándole todo lo que necesite mientras no tenga un motivo claro para pensar que le perjudica durante los primeros meses de vida no significa que no sepa que para él es necesario, positivo y obligado acabar teniendo límites.
Lo que pasa es que los que aplicamos la crianza con apego entendemos que educar no es sólo lograr que un niño asuma límites. Que tiene etapas básicas que empiezan de verdad desde el primer día de vida.
Intentar educar a un recién nacido, en el sentido de ponerle normas, es absurdo.
En ese momento el niño no guarda memoria, no tiene consciencia, no puede entender ni motivos ni objetivos a medio o largo plazo. Simplemente plantea necesidades biológicas. Y ante ellas (alimento, sueño, estímulos y afecto como uno de los esenciales, higiene, condiciones ambientales), si no se cubren, porque él no puede hacerlo por sí mismo, llora.
Como su cuidador soy yo quien puede y debe suplir esas necesidades. No podemos hablar de caprichos, de malos hábitos o de dominios.
Hay necesidades biológicas que cubres o no cubres.
En los primeros meses el bebé pide y su cuidador atiende. Es simple. Al atenderlo sin embargo le enseñas algo esencial: Confianza y seguridad de que puede contar contigo. Esa es la base de la autoestima y de la autonomía. Saber que cuentas con alguien que te quiere incondicionalmente y que está dispuesto a respaldarte y cuidar de ti. Esto también es educación.
Hasta aquí tengo claro que incluso muchos defensores del conductismo lo entienden. El problema está en cuando cambia la relación. ¿Cuándo empiezo a decir no a mi hijo?
Yo soy de respuestas claras y simple.
Di no a tu hijo cuando tu hijo pida o haga cosas que no le convienen.
No hay una edad para esto. Pero desde luego no es con pocas semanas de vida.
Y por supuesto, cuando pide algo que le perjudica, como alguien que ama a su hijo, con todo el cariño, con toda la tranquilidad, pero con toda la firmeza necesaria, digo no. Y después, si es capaz de entender las razones, se las explico.
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